Primeros auxilios

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, establece que los primeros auxilios:

“Son un conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata del accidentado lo más rápida y adecuadamente posible hasta la llegada del equipo médico profesional con objeto de no agravar las lesiones producidas e incluso salvarle la vida.”

Estos primeros cuidados son fundamentales para la evolución posterior de la víctima. La rápida actuación puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las posibles lesiones que padezca.

Los primeros auxilios tienen como objetivos principales:

  • No agravar el estado de la víctima.
  • Mantener sus constantes vitales.
  • Asegurar las mejores condiciones para su traslado.

La Ley 31/95, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, en su Capítulo III, artículo 20, nos indica:

  • “…como obligación del empresario el análisis de las posibles situaciones de emergencia, así como la adopción de las medidas necesarias, entre otras, en materia de primeros auxilios.”

Algunos de los puntos a tener en cuenta para organizar los primeros auxilios en la empresa, son:

  • Los recursos humanos necesarios para proporcionarlos, así como la descripción de sus funciones, las prácticas de capacitación y el entrenamiento periódico.
  • Los recursos materiales con los que cuenta la empresa.
  • Los procedimientos acordados de actuación.
  • La coordinación con los medios externos si se dispone de ellos.
  • Las características de la empresa en cuanto al tipo de trabajo, número de trabajadores, factores de riesgo, etc.
  • La formación, participación y sensibilización de todos los empleados.

Ante una situación de emergencia y a la hora de socorrer a un accidentado, con el fin de evitar actuaciones erróneas que podrán poner en peligro la supervivencia de la víctima o el empeoramiento de sus posibles lesiones, hay que tomar una serie de precauciones.

La unidad de Protección Civil del SAMUR de Madrid, nos da las siguientes indicaciones sobre cómo actuar ante una emergencia, en su “Guía de Primeros Auxilios de SAMUR - Protección Civil”:

Qué hacer:

  • Trate de mantener la calma.
  • Protéjase y proteja al accidentado.
  • Compruebe que la escena donde está el paciente es segura.
  • Sea consciente del peligro y espere a los equipos de rescate, si es necesario.
  • En caso de circulación de vehículos utilice prendas reflectantes, y siga las indicaciones de Prevención y actuación en accidentes de tráfico.
  • Solicite ayuda al 112.
  • Socorra a las víctimas.

Qué NO hacer:

  • Evite la visión en túnel: no focalice la atención a lo más evidente dejando a otras víctimas o situaciones sin atender.
  • No actúe si no está seguro de lo que va a hacer.
  • En caso de peligro no arriesgue su vida.

Sistema de emergencia (PAS)

El primer paso para poner en marcha la activación de actuación ante emergencias es la aplicación por parte de los socorristas del sistema de emergencia (PAS).

PAS identifica las iniciales de tres actuaciones secuenciales: ProtegerAlertar y Socorrer, para empezar a atender al accidentado:

Conducta P.A.S.

  • P, de proteger: debemos cerciorarnos fehacientemente de que tanto la víctima como nosotros estamos en un espacio fuera de peligro. Por ejemplo, si nos encontramos frente a una víctima de electrocución, debemos cerciorarnos de que la corriente eléctrica causante del accidente, está desactivada. 
  • A, de avisar: siempre avisaremos a los servicios de emergencia sanitaria describiendo la situación y solicitando la presencia de personal sanitario. 
  • S, de socorrer: una vez protegida la víctima y avisados los servicios de emergencia, procederemos a actuar sobre el individuo con el fin de preservar su vida en la medida de lo posible, hasta la llegada de los servicios asistenciales.

Personal y su formación en socorrismo laboral

La ley de PRL establece:

“Designación del personal encargado de poner en práctica dichas medidas previa consulta de los delegados de prevención (art. 33 y 36 de la LPRL). Dicho personal, en función de los riesgos, deberá recibir la formación adecuada en materia de primeros auxilios, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, siempre a tenor del tamaño y actividad de la empresa, de la organización del trabajo y del nivel tecnológico de aquella.”

“Revisión o comprobación periódica del correcto funcionamiento de las medidas adoptadas.”

“Organización de las relaciones que sean necesarias con servicios externos para garantizar la rapidez y eficacia de las actuaciones en materia de primeros auxilios y asistencia médica de urgencias.”

Todas las empresas deben disponer del número de socorristas suficiente y resulta vital que, dentro de la empresa, esté bien definido qué personas forman parte de la cadena de socorro en caso de accidente. Algunos criterios orientativos para estimar el numero sería:

  • El número de trabajadores que componen la plantilla.
  • La distribución de estos en las instalaciones, secciones o departamentos.
  • Los riesgos existentes dependiendo de la actividad de la empresa.
  • Los turnos de trabajo.

La formación de los socorristas laborales debe basarse en las siguientes premisas:

El socorrista

  • Deberá tener, además de los conocimientos básicos y generales de primeros auxilios, una formación específica en relación con los riesgos existentes en la empresa. 
  • Deberá recibir cursos de reciclaje periódicos.
  • Deberá planificar la instrucción de todo nuevo trabajador.

Así mismo, el lugar de trabajo debe disponer de material de primeros auxilios adecuado y suficiente dependiendo del tipo de riesgo a que estén expuestos los trabajadores, el número de los mismos y, teniendo en cuenta, la facilidad de acceso al centro de asistencia médica más próximo.

En cuanto al material de primeros auxilios que debe tener la empresa en sus instalaciones, material y locales de primeros auxilios, el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, “por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo”, nos indica en su Anexo VI:

“Material y locales de primeros auxilios

  • La situación o distribución del material en el lugar de trabajo y las facilidades para acceder al mismo y para, en su caso, desplazarlo al lugar del accidente, deberán garantizar que la prestación de los primeros auxilios pueda realizarse con la rapidez que requiera el tipo de daño previsible.
  • Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartados anteriores, todo lugar de trabajo deberá disponer, como mínimo, de un botiquín portátil que contenga desinfectantes y antisépticos autorizados, gasas estériles, algodón hidrófilo, venda, esparadrapo, apósitos adhesivos, tijeras, pinzas y guantes desechables.
  • El material de primeros auxilios se revisará periódicamente y se irá reponiendo tan pronto como caduque o sea utilizado.
  • Los lugares de trabajo de más de 50 trabajadores deberán disponer de un local destinado a los primeros auxilios y otras posibles atenciones sanitarias. También deberán disponer del mismo los lugares de trabajo de más de 25 trabajadores para los que así lo determine la autoridad laboral, teniendo en cuenta la peligrosidad de la actividad desarrollada y las posibles dificultades de acceso al centro de asistencia médica más próximo.
  • Los locales de primeros auxilios dispondrán, como mínimo, de un botiquín, una camilla y una fuente de agua potable. Estarán próximos a los puestos de trabajo y serán de fácil acceso para las camillas.
  • El material y locales de primeros auxilios deberán estar claramente señalizados.”

Evaluación primaria: consciencia, respiración, pulso

Proteger → Avisar → Socorrer

Una vez activada la conducta PAS, y habiendo avisado a los sistemas de emergencia, la acción debe centrarse en proveer atención y socorro a la víctima, realizando una evaluación primaria, consistente en la realización de la comprobación de reconocimiento de signos vitales, evaluando:

  • Conciencia.
  • Respiración.
  • Pulso.

Para valorar si la víctima está consciente, se realizarán preguntas básicas como: ¿se encuentra bien? ¿sabe qué le ha pasado?
Si la víctima responde: descartaremos la existencia de una parada cardiorrespiratoria.
Si la víctima no responde: tendremos que provocar algún estímulo doloroso, como un leve pellizco en una zona que no esté aparentemente afectada, observando detenidamente si se produce alguna reacción: apertura de los ojos, movimiento de la cabeza o gemidos. 
Si la víctima no muestra signos vitales de consciencia estaremos frente a un caso de inconsciencia declarado y debemos ser muy cuidadosos en los siguientes pasos. En este caso debemos pasar a valorar y comprobar su respiración.

Para comprobar la presencia o ausencia de reflejo respiratorio, la persona que socorre en primera instancia a la víctima, debe utilizar sus sentidos de vista, oído y tacto para realizar las comprobaciones pertinentes, evitando en lo posible tocar a la víctima, ya que esta puede sufrir lesiones susceptibles de empeorar al ser manipulado.

Así, se acercará la mejilla o el dorso de la mano del socorredor a la boca-nariz del accidentado y, mirando hacia el pecho, se observará el movimiento torácico o abdominal, se escuchará la salida de aire y se sentirá el calor del aire que exhala la víctima.

En esta situación nos podemos encontrar dos escenarios:

El accidentado RESPIRA

Si la víctima respira, no es necesario continuar con la evaluación de constantes vitales, al ser la respiración señal suficiente de que el sistema cardiorrespiratorio funciona correctamente. 

En este caso, debe pasarse a realizar una valoración secundaria, en la que podemos constatar si la víctima presenta heridas, fracturas, traumatismos o hemorragias.

Es muy importante colocar a la víctima en posición lateral de seguridad.

Tal y como nos indica la página web aprendemergencias.es, y siguiendo las indicaciones del Consejo Europeo de Resucitación, la PLS, Posición Lateral de Seguridad:

“ … se debe realizar a una persona que se encuentra inconsciente (o con un nivel reducido de consciencia) y que respira, y siempre que no sufra un traumatismo de origen físico (caída, accidente de tráfico...).

Esta situación la puedes encontrar tras una crisis convulsiva, en un golpe de calor, en un coma etílico, por consumo de drogas, sobredosis de medicamentos, hipotermia, shock, ... 

Es la posición ideal para que la persona no se ahogue con su propia lengua, no se atragante si vomita, para ir a pedir ayuda si estás solo... También se conoce como posición de recuperación.

  • CUÁNDO REALIZARLA: Siempre que te encuentres una persona desfallecida, tirada en el suelo, aparentemente inconsciente, debes sospechar que esté en parada cardiorrespiratoria. (…) 
  • POR QUÉ REALIZARLA: Cuando una persona está inconsciente se queda sin tono muscular, todos los músculos del cuerpo se relajan. Como la lengua es un músculo, si la persona está boca arriba, puede que bloquee la tráquea y cierre las vías respiratorias provocando una parada cardiorrespiratoria por asfixia. Coloquialmente se dice que "se ha tragado la lengua", pero no es correcto ya que la lengua no se puede tragar, simplemente cae por efecto de la gravedad. 
    Con la posición lateral de seguridad se evita esta situación ya que el cuello queda en hiperextensión y la lengua no puede bloquear las vías. Además, esta postura es la idónea si la persona vomita, ya que así no se traga el vómito y se evitan problemas por broncoaspiración (que el vómito pase a los pulmones).

CÓMO REALIZARLA: Pasos a seguir para realizar la posición lateral de seguridad:

  • 1.- Con la persona boca arriba, totalmente estirada, colócate de rodillas junto a un costado. 
  • 2.- Estira hacia arriba el brazo más cercano a ti o colócalo doblado a 90º con la palma de la mano hacia arriba. 
  • 3.- Colócale el otro brazo sobre su pecho con su mano en la mejilla. 
  • 4.- Cógele del hombro y de la rodilla más alejada y tracciona hacia ti hasta apoyar su rodilla en el suelo. 
  • 5.- Coloca su mano bajo la cabeza y realiza una pequeña hiperextensión del cuello para asegurarte de que las vías aéreas quedan abiertas. 

Debes controlar periódicamente que la respiración sea normal. La persona no debe quedar sola a no ser que esté totalmente justificado: para ir a pedir ayuda; para socorrer a otras personas, etc.”

Para ver como se coloca a una víctima en posición lateral de seguridad, mira el siguiente video:

El accidentado NO RESPIRA

Si al realizar las maniobras de valoración de signos vitales, acercar nuestra mejilla o el dorso de nuestra mano a su boca, comprobamos que la víctima NO RESPIRA, debemos colocar al accidentado en posición decúbito supino, sin perder tiempo y respetando la alineación del eje cervical de su cuerpo.

A continuación, debemos comprobar la existencia en su boca de cuerpos extraños o su propia lengua, que obstaculicen la entrada de aire, procediendo a abrir las vías aéreas mediante un hiperextensión del cuello, utilizando la maniobra de frente-mentón.

Recuerda

  • Mantener a la víctima en posición de decúbito supino (boca arriba) en superficie plana y estable.
  • Abrir las vías respiratorias de la víctima inclinando levemente su cabeza hacia atrás y elevando su mandíbula.

A veces esta maniobra es suficiente para que el paciente vuelva a respirar.

Video explicativo - Maniobra frente-mentón

En cambio, si la parada cardiorrespiratoria es evidente, debemos actuar supliendo la función ausente mediante reanimación cardiaca y respiración artificial utilizando la maniobra boca a boca.

Maniobra boca a boca o ventilaciones de rescate:

  • 1.- Mantener a la víctima en posición decúbito supino, en una superficie dura y estable y alejado de fuentes de peligro.
  • 2.- Cerrar los orificios nasales del accidentado con una mano, coloca su cabeza hacia atrás y, sitúa tu boca alrededor de la suya, creando un vacío que impida el escape del aire. 
  • 3.- Sopla aire en sus pulmones y observa si su pecho se eleva o no.
  • 4.- Permite la salida de aire tras cada insuflación abriendo la boca de la víctima, observando si se produce descenso en su pecho.

En este sentido European Resuscitation Council, en su Guía 2021 de soporte básico vital, nos da las siguientes pautas de aplicación:

“Ventilaciones de rescate

  • Proporcione alternadamente 30 compresiones torácicas y dos ventilaciones de rescate
  • Si no está capacitado para proporcionar ventilaciones de rescate, proporcione compresiones torácicas.”

Observa a continuación un ejemplo de aplicación de esta maniobra:

c) Pulso

Una vez comprobado que la víctima está en situación de paro respiratorio y una vez iniciado el protocolo de respiración, es imprescindible comprobar el funcionamiento del sistema cardiaco del accidentado mediante la toma del pulso, preferiblemente carotideo, por ser el más fácil de localizar por su proximidad al corazón.

La Fundación Española del corazón, nos señala que:

  • “Es muy difícil medir adecuadamente la frecuencia cardiaca durante los episodios de paro cardiorrespiratorio, pues se pueden producir latidos muy fuertes y latidos muy débiles que, a veces, pasan desapercibidos. Tomarse el pulso en la muñeca, en el pulso radial, tiene poco valor. Únicamente puede tener cierto valor el pulso carotideo, aunque su medición debe ser cuidadosa. La palpación ha de ser suave, sin comprimir en ningún momento, al lado de la tráquea, durante 30 segundos, y el resultado se multiplica por dos.”

Las dos grandes arterias que tenemos en el cuello y cuya función es suministrar sangre desde nuestro corazón a nuestro cerebro, se denominan arterias carótidas. Están situadas a ambos lados del cuello.

Al comprobar le existencia de pulso en las arterias carótidas, la victima puede presentar dos situaciones principales:

  • Hay pulso, en cuyo caso debemos continuar efectuando la respiración artificial.
  • No hay pulso, en cuyo caso debemos iniciar sin pérdida de tiempo el masaje cardiaco externo, acompañándolo de la reanimación respiratoria.

Cuando el corazón deja de latir de forma inesperada y brusca se interrumpe el bombeo de la circulación sanguínea, impidiendo que el oxígeno llegue a los órganos vitales. En pocos minutos, el organismo comenzará a presentar diferentes lesiones en tejidos y órganos que pueden provocar una muerte súbita.

Cuando nos enfrentamos a un accidentado que está inconsciente, no tiene reflejo respiratorio y no tiene pulso, es necesario y urgente proceder a la realización de un masaje cardiaco externo.

La secuencia de procedimientos para la realización del masaje cardiaco, una vez colocada la víctima en posición decúbito supino, tal y como nos indica el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en su “Guía de buenas prácticas: Primeros auxilios: evaluación primaria y soporte vital básico”, es la siguiente:

  • “a. Colocar al paciente sobre una superficie dura.
  • b. Localizar el tercio inferior del esternón y colocar el talón de nuestra mano sobre él, dos o tres dedos por encima de la punta final del esternón (apófisis xifoides). La otra mano se apoyará de la misma forma sobre la que contacta con el tórax.
  • c. Es muy importante no presionar dicha apófisis ya que se podrían ocasionar daños internos importantes. Con nuestros dedos estirados y los brazos perpendiculares al punto de contacto con el esternón (Fig. 6), ejerceremos compresión directa sobre el tórax, consiguiendo que se deprima unos 4 o 5 cm. y a un ritmo de compresión/relajación=1/1.
    Es importante que los dedos no toquen el tórax, a fin de evitar la fractura de costillas.
  • d. El masaje cardiaco siempre ira acompañado de la respiración boca-boca.”
El Soporte Vital Básico, SVB, se realizará con el siguiente ritmo:

Si hay una persona asistiendo al accidentado:

  • 15 compresiones (masaje cardiaco) seguidas de
  • 2 insuflaciones (respiración boca a boca).

Si hay dos personas asistiendo al accidentado:

  • 5 compresiones (masaje cardiaco) seguidas de
  • 1 insuflación (respiración boca a boca).

Observa atentamente el siguiente video en el que podrás ver una escenificación en 3D de un masaje cardiaco:

Resumen

P.A.S. - Proteger, Avisar, Socorrer.

Evaluación primaria:

  • a) Consciencia.
    • Si hay consciencia: colocar en posición lateral de seguridad.
    • Si no hay consciencia: comprobar respiración.
  • b) Respiración.
    • Si respira: colocar en posición lateral de seguridad.
    • Si no respira: iniciar SVB.
  • c) Pulso.
    • Si hay pulso: mantener PLS.
    • Si no hay pulso: SVB+ Masaje cardiaco.

Cuándo hay que intervenir

Veamos a continuación algunos casos que requieren intervención de primeros auxilios y algunos consejos relativos a cada situación concreta sin olvidar que, en aquellos casos en que la gravedad del accidente, o la falta de personas capacitadas en primeros auxilios hay que avisar sin demora a los servicios de emergencias.

  • a) Atragantamiento.
  • b) Lesiones oculares por heridas, cuerpos extraños, quemaduras, etc.
  • c) Convulsiones o ataque epiléptico:.
  • d) Heridas.
  • e) Hemorragias.
  • f) Quemaduras.
  • g) Intoxicación.
  • h) Fracturas, luxaciones y traumatismos.
  • i) Electrocución.
  • j) Desmayos.

a) Atragantamiento

Los conductos respiratorios bloqueados por algún alimento o cuerpo extraño, impiden la respiración y pueden provocar asfixia en pocos minutos.

  • Con obstrucción parcial anima a la víctima a toser sin dar palmadas en la espalda.
  • Con obstrucción total practica la maniobra de Heimlich.

La MANIOBRA DE HEIMLICH debe realizarse de la siguiente manera:

  • 1.- Colocarnos detrás de la víctima de pie o de rodillas y abrazarla por detrás con los dos brazos.
  • 2.- Formar un puño con una de nuestras manos y colocarlo sobre el vientre de la víctima con nuestro pulgar contra él, por encima de su ombligo y por debajo de su esternón.
  • 3.- Cubriendo nuestro puño con nuestra mano libre, hacia arriba y hacia adentro dirigiéndonos al centro de su estómago, realizar una compresión rápida y contundente, regulando la fuerza ejercida en función del tamaño y peso del accidentado.
  • 4.- Repetir la compresión hasta que el objeto sea expulsado.

Para realizar esta maniobra es muy importante tener en cuenta:

  • ¿Qué edad tiene la víctima?
  • ¿Cuál es su estado de consciencia?
  • Otras circunstancias como embarazo, existencia de una lesión cervical, etc.
  • En cualquier caso, debemos avisar lo antes posible a los servicios de emergencia.

b) Lesiones oculares por heridas, cuerpos extraños, quemaduras, etc.

  • Impedir que el paciente frote el ojo afectado.
  • Si entró en el ojo alguna sustancia química o un pequeño objeto irritante (arena, polvo, etc…) lavar con abundante agua y tapar con gasas húmedas.
  • En caso de herida, colocar una compresa sobre el ojo lesionado.

c) Convulsiones o ataque epiléptico:

Coloque en posición de seguridad, compruebe si tiene alguna lesión grave.

No intentar evitar las convulsiones.

Asegurarse de que la víctima no se hace daño durante las mismas.

No intentar abrir la boca por la fuerza. 

Colocar un pañuelo doblado entre los dientes para que no se muerda la lengua.

Antes de que se desplome acerque la víctima al suelo. 

Aparte cualquier objeto peligroso.

Una vez finalizadas las convulsiones afloje cualquier cosa que oprima y dificulte la respiración.

d) Heridas

  • Lave sus manos con agua y jabón.
  • Limpie la herida de objetos extraños y lávela generosamente con agua y jabón.
  • Aplique un desinfectante y cubra la herida con gasa.
  • Aplicar compresas frías o bolsas de hielo en la parte magullada.
  • Cubra y presione la herida firmemente con gasas y un vendaje limpio.
  • Mantener la parte lesionada en reposo y elevada.
  • Una vez finalizadas las convulsiones afloje cualquier cosa que oprima y dificulte la respiración.
  • Coloque en posición de seguridad, compruebe si tiene alguna lesión grave.

e) Hemorragia externa

  • Lave sus manos con agua y jabón.
  • Eleve el miembro afectado, evite la obstrucción de la circulación.
  • Aplique un vendaje compresivo.
  • Si la hemorragia sobrepasa el vendaje, aplique otro compresivo seco sobre el mismo, no quite el anterior.
  • Vigile pulso y respiración.
  • Si hay algún objeto punzante en la herida, no extraerlo.
  • Nunca realizar un torniquete.
  • Si la persona está pálida, mareada o sudando, y tiene las manos y los pies fríos, levantarle las piernas.
  • Si persiste la hemorragia hacer compresión arteria de la extremidad superior (arteria humeral) o de la extremidad inferior (arteria femoral).

f) Quemaduras

  • En caso de que la víctima se encuentre envuelta en llamas arrojarla al suelo y hacerla rodar.
  • Separar a la víctima del fuego.
  • Enfríe la zona con agua limpia hasta que el dolor disminuya.
  • Retire objetos apretados alrededor del área quemada: ropa, zapatos, cinturón, reloj, anillos, etc. 
  • Cubra la quemadura con una gasa ligera y limpia.
  • NO remueva ropas si están pegadas a la zona quemada.
  • NO aplique cremas, ungüentos u otras sustancias.
  • NO reventar las ampollas.
  • Si las quemaduras son de gran extensión, abrigar al accidentado para evitar una hipotermia.
  • Si la quemadura es grave y extensa, recueste a la víctima, eleve sus piernas. Vigile pulso y respiración cada 10 minutos.
  • Si la víctima está inconsciente colocar en posición que asegure la vía aérea libre.

g) Intoxicación

  • NO PROVOCAR EL VÓMITO (salvo intoxicación por medicamentos).
  • Busque e identifique la sustancia que ha ingerido o inhalado la víctima.
  • Procure que la victima se mueva lo menos posible para evitar ,en la medida de lo posible, la distribución del intoxicante por el cuerpo.

h) Fracturas y traumatismos

  • No permitir que el lesionado cambie de postura ni se mueva.
  • Inmovilice la fractura sujetando la extremidad afectada con una tabla que incluya las articulaciones más próximas.
  • En caso de que la parte afectada sean los brazos, si se puede doblar el codo haga un cabestrillo con un pañuelo grande.
  • En fracturas abiertas (se ve el hueso), se colocará un apósito sobre la herida intentando, si sangra, detener la hemorragia.
  • Si sospecha de la existencia de una LESION DE COLUMNA, NO MOVER.

i) Electrocución

  • No toque a la víctima mientras esté en contacto con la fuente de energía.
  • Desconecte la corriente, quite el enchufe o fusible o rompa el extremo del cable.
  • Si es posible permanezca sobre algún aislante seco y utilice algún material no conductor (madera, vidrio, goma) para separar al accidentado de la corriente eléctrica.
  • Una vez separada la victima de la corriente, si no respira, iniciar lo antes posible la reanimación cardiopulmonar RCP.
  • Si está consciente y respira poner en posición lateral de seguridad en espera de la llegada de la asistencia médica.

j) Desmayo

  • Colocar al afectado en el suelo, boca arriba y con la cabeza lo más baja posible, en lugar fresco. 
  • Desabrocharle la ropa y facilitar su recuperación, dándole aire con un abanico, cartón, etc. 
  • Observar y comprobar sus signos de respiración y pulso.
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